NO TE ADELANTES
Hoy en día vivimos en la era del ya. Todo ha de ser inmediato, nos hemos mal acostumbrado a que la tecnología nos facilita muchas funciones de nuestra vida cotidiana y pretendemos que todo siga la misma evolución. Pero hay ciertas cosas que llevan un proceso, y por lo tanto debemos de tener paciencia para acompañar a ese proceso hasta el final. Este es el caso de la inversión bursátil. Una cualidad fundamental de cualquier operador ha de ser la “Paciencia”.
Como inversores tan solo somos un pez más en un océano, por lo que no podemos provocar ni alterar las mareas, simplemente podemos acompañarlas. Con esto me refiero a que no podemos alterar la tendencia del precio, por lo que si hemos realizado una inversión tan solo podemos tener paciencia para dejar que se cumpla nuestro plan operativo. Pero la paciencia no ha de empezar aquí, sino mucho antes, concretamente en nuestra formación bursátil.
Es muy importante no lanzarnos al mercado sin conocimientos previos, ya que estaremos a merced de los peces más grandes. Debemos de aprender a nadar con ellos, a su lado, de este modo tendremos una oportunidad, y esa oportunidad nace del conocimiento de en qué dirección debemos nadar. El mercado es un ente cambiante, prácticamente a diario, por lo que si no sabemos adaptarnos a esos cambios estaremos perdidos, y eso supone perder dinero constantemente.
Como hemos es importante tener paciencia no solo para formarse, sino también pasar por todas las etapas de la formación sin saltarse ninguna. Uno de los principales errores que suelen cometer algunos inversores que comienzan a formarse, son las ganas por operar en una cuenta real para empezar a rentabilizar sus conocimientos. Lo cual no sirve de nada si no se tienen todos los conocimientos necesarios.
Una vez que se tienen los conocimientos adecuados para enfrentarse al mercado y poder salir victorioso, entra en juego la paciencia de nuevo. Es necesario tener mucha paciencia para esperar que se den las condiciones necesarias para que tu sistema operativo te de entrada al mercado, sin precipitarse. Este es otro de los principales errores que los inversores sin la suficiente gestión emocional suelen cometer. Intentan adelantarse al propio movimiento del precio, para tener una mejor entrada, y así rentabilizar mejor su inversión. Lo que suele suceder es que esa falta de paciencia, los lleva a una señal falsa de entrada, y por lo tanto a una operación perdida. Será la propia experiencia de mercado y la formación la que les termine de aclarar que esto no consiste en intentar predecir lo que va a suceder, sino en adaptarse a lo que está haciendo el precio. Recordar que un pez no mueve mareas.
Por último, comentar que en la inversión bursátil es tremendamente importante tener paciencia, porque los tiempos del mercado siempre van a ser más lentos de lo que nosotros esperamos.